MAÑANA
Ya era el segundo día, el primerose nos había hecho eterno por el cansancio acumulado. Nos hicieron levantarnos a las 7.00 para que nos duchásemos y bajásemos a desayunar. Para desayunar se os ofrecían cereales diversos o tostadas más un vaso de leche fría o caliente. La priomera actividad del día era visitar la zona donde están la mayor parte de los rascacieos de la capital londinense. Fue una zona que nos dejó una gran impresión debido a que eran mucho más grandes que los que acostumbramos a ver aquí en Salamanca.
Después de ver la City, fuimos a visitar los museos de la torre de Londres y el famoso Londron Bridge donde a escasos metros está atracado el barco utilizado en la Guerra Mundial, el "Belfast". También por aquella zona pudimos visitar, aunque solo por fuera, The Globe Theatre donde Shakespeare estrenaba sus obras de teatro.

The City                                        
                Tower Bridge

TARDE
Tras haber comido en la zona de Cannary Wharf, nos acercamos hasta el Observatorio de Greewich donde está también el museo de Greenwich en el cuál se exponen todos los objetos y los enunciados que se emplearon en los experimentos de Galileo Galilei. Desde un pequeño patio que tenía el museo de Greenwich se podía observar claramente la ciudad de Londres y toda la gran nube de polución que la engloba como si se ratara de la mismísima capa de ozono,. Después de que nos dejaran un tiempo de relax en las colinas ue llevaban desde el Observatorio y el museo hasta el museo de la marina de Londres, cogimos una red de metros hasta la zona de Picadilly Circus donde acudiríamos al primer musical: Mamma Mía, en el Prince of Wales Theatre. Fue un musical espectacular con una puesta en escena todavía mejor en el que todos saltamos, cantamos y bailamos como nunca.
                   

Greenw

NOCHE
Como el teatro del musical estaba muy próximo a Picadilly, los profesores nos dejaron tiempo libre para cenar por la zona como habíamos hecho el día anterior. También pudimos estar por allí relajados hasta coger el metro que nos acercaría hasta el Clink Hostel, donde pasaríamos ya, nuestra segunda noche, en la que, de nuevo, casi nadie durmió.